2° DE SECUNDARIA SESIÓN 1: Literatura

Introducción

Para que podamos entender la literatura, primero debemos entender un punto importante, que es la existencia de diferentes tipos de texto. Sí, debes saber que los textos se parecen y se diferencian entre sí por diferentes características. Por ello existen texto expositivos, argumentativos, instructivos, descriptivos, dialógicos y literarios. 

Son estos últimos los que nos interesa estudiar a partir de hoy.

Los textos literarios son aquellos en que se manifiesta la capacidad creadora del hombre. Son textos artísticos en los que lo importante es la estética (entiéndase belleza) de las palabras para dar forma a poemas, obras teatrales, cuentos, novelas, mitos, leyendas.   Estos serán objeto de nuestro estudio.

El texto narrativo

Un texto narrativo puede ser extenso o corto.

Recuperado de: http://www.librosvivos.net/smtc/img/dibu_TCtextos02.jpg 

Un texto narrativo es un texto que cuenta una historia, verdadera o ficticia. Se encarga de referirnos hechos que generalmente son singulares o que despiertan el interés del lector. Es importante señalar que un texto narrativo puede ser oral o escrito.

No debes olvidar que una narración refiere los acontecimientos ocurridos al rededor de uno o varios personajes, en un determinado espacio y tiempo, y que es relatado por alguien.

Estructura narrativa

En esta parte, te explicaré cómo está construido un texto narrativo a partir del siguiente cuadro:

Estructura de un texto narrativo

Recuperado de:http://2.bp.blogspot.com/-VwqTelfjpuI/TbHCdberNnI/
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La introducción, también conocida como inicio, presenta al protagonista de la narración en un determinado contexto, es decir, en un lugar específico y un tiempo determinado (muchas veces, el pasado). A veces las narraciones comienzan con una frase como: "Había una vez..." o "hace mucho tiempo, en un lejano lugar...". Aunque sencillas, estas frases expresan un contexto.

El nudo es la parte más interesante de toda narración. ¿Por qué se llama así? Porque al igual que un nudo es el momento en que las cosas se enredan, es decir, se complican para el protagonista o para los demás personajes. En este momento, aparece el antagonista, surgen los problemas, aparece el peligro...  En otras palabras, es la parte más extensa de todo relato.

Pero, como dice el viejo refrán: "No hay mal que dure mil años", por eso la narración debe tener un fin y este llega en el desenlace. En este punto, el protagonista vence a su rival, supera sus conflictos, soluciona sus problemas o conquista a su amor.    

Elementos

Acabas de ver cómo está construido el texto narrativo, ahora verás cuáles son los elementos que lo integran.

El narrador

Es quien se encarga de relatar los hechos y para ello selecciona los acontecimientos las más importantes y los ordena secuencialmente.

Existen tres tipos de narrador:

El más conocido es el narrador omnisciente, también conocido como narrador extradiegético  o heterodiegético. Es el tipo de narrador que conoce todo, incluso el pasado y el futuro de los hechos; sabe lo que siente o piensa cada personaje, incluso conoce hechos que los personajes desconocen. Se caracteriza por narrar en tercera persona.

Veamos en ejemplo:

"Al caer la noche, la tormenta prometida estalló sobre ellos. La espuma de las altas olas chocaba contra las paredes de la cabaña y el feroz viento golpeaba contra los vidrios de las ventanas. Tía Petunia encontró unas pocas mantas en la otra habitación y preparó una cama para Dudley en el sofá. Ella y tío Vernon se acostaron en una camacerca de la puerta, y Harry tuvo que contentarse con un trozo de suelo y taparse con la manta más delgada.

La tormenta aumentó su ferocidad durante la noche. Harry no podía dormir. Se estremecía y daba vueltas, tratando de ponerse cómodo, con el estómago rugiendo de hambre. Los ronquidos de Dudley quedaron amortiguados por los truenos que estallaron cerca de la medianoche. El reloj luminoso de Dudley, colgando de su gorda muñeca, informó a Harry de que tendría once años en diez minutos. Esperaba acostado a que llegara la hora de su cumpleaños, pensando si los Dursley se acordarían y preguntándose dónde estaría en aquel momento el escritor de cartas.

Cinco minutos. Harry oyó algo que crujía afuera. Esperó que no fuera a caerse el techo, aunque tal vez hiciera más calor si eso ocurría. Cuatro minutos. Tal vez la casa de Privet Drive estaría tan llena de cartas, cuando regresaran, que podría robar una.

Tres minutos para la hora. ¿Por qué el mar chocaría con tanta fuerza contra las rocas? Y (faltaban dos minutos) ¿qué era aquel ruido tan raro? ¿Las rocas se estaban desplomando en el mar?

Un minuto y tendría once años. Treinta segundos... veinte... diez... nueve... tal vez despertara a Dudley, sólo para molestarlo... tres... dos... uno...

BUM.

Toda la cabaña se estremeció y Harry se enderezó, mirando fijamente a la puerta.

Alguien estaba fuera, llamando". 

(J. K. Rowling, Harry Potter y la piedra filosofal)

Otro tipo de narrador es el narrador en segunda persona (autodiegético). Aunque no es frecuente en la literatura, también es empleado por algunos autores porque busca la complicidad del  lector y emplea pronombres como tú, te, ti, usted, ustedes, etcétera. En el siguiente ejemplo verás un narrador de este tipo.

"Subes lentamente a tu recamara, entras, te arrojas contra la puerta como si temieras que alguien te siguiera: jadeante, sudoroso, presa de la impotencia de tu espina helada, de tu certeza: si algo o alguien entrara, no podrías resistir, te alejarías de la puerta, lo dejarías hacer. Tomas febrilmente la butaca, la colocas contra esa puerta sin cerradura, empujas la cama hacia la puerta, hasta atrancarla, y te arrojas exhausto sobre ella, exhausto y abúlico, con los ojos cerrados y los brazos apretados alrededor de tu almohada: tu almohada que no es tuya; nada es tuyo. .." 

(Carlos Fuentes, Aura)

Finalmente, existe el narrador en primera persona (o intradiegético), que es al mismo tiempo un personaje dentro de la historia. En ocasiones, cuenta lo que le sucede y se llama narrador protagonista.

Me fui hacia el molino viejo; el blanqueo de la pared parecía moverse, como las nubes que correteaban en las laderas del Chawala. Los eucaliptos de la huerta sonaban con ruido largo e intenso; sus sombras se tendían hasta el otro lado del río. Llegué al pie del molino, subí a la pared más alta y miré desde allí la cabeza de Chawala: el cerro, medio negro, recto, amenazaba caerse sobre los alfalfares de la hacienda. Daba miedo por las noches; los indios nunca lo miraban a esas horas y en las noches claras conversaban siempre dando espaldas al cerro.

(José María Arguedas, Warma Kullay)

sin embargo, en otras cuenta la historia que observa a su alrededor y se denomina narrador testigo.

"Durante el fin de semana los gallinazos se metieron por los balcones de la casa presidencial, destrozaron a picotazos las mallas de alambre de las ventanas y removieron con sus alas el tiempo estancado en el interior, y en la madrugada del lunes la ciudad despertó de su letargo de siglos con una tibia y tierna brisa de muerto grande y de podrida grandeza. Sólo entonces nos atrevimos a entrar sin embestir los carcomidos muros de piedra fortificada, (...) A lo largo del primer patio, cuyas baldosas habían cedido a la presión subterránea de la maleza, vimos el retén en desorden de la guardia fugitiva, las armas abandonadas en los armarios, el largo mesón de tablones bastos con los platos de sobras del almuerzo dominical interrumpido por el pánico, vimos el galpón en penumbra donde estuvieron las oficinas civiles, los hongos de colores y los lirios pálidos entre los memoriales sin resolver cuyo curso ordinario había sido más lento que las vidas más áridas,(...)"

(Gabriel García Márquez, El otoño del patriarca)

Por último, existe el llamado monólogo interior, en el que el narrador cuenta los hechos y al mismo tiempo manifiesta su mundo interior, como en la novela Ulises de James Joyce. a continuación un extracto.

"Sombras de espesura flotaban silenciosamente por la paz de la mañana desde el hueco de la escalera hacia el mar al que miraba. En la orilla y más adentro el espejo del agua blanquecía, hollado por pisadas livianas de pies apresurados. Blanco seno del mar ensombrecido. Golpes ligados, dos por dos. Una mano punteando las cuerdas del arpa, combinando acordes ligados. Palabras enlazadas de blancoola fulgurando en la marea ensombrecida".

En este caso, puedes ver que el relato se mezcla con frases que brotan al mismo tiempo en la mente del narrador.

Los personajes

¿Te imaginas un programa de televisión sin personajes? ¡Sería aburrido! De igual manera, un relato sin personajes, no sería posible. Una narración no podría existir sin los personajes porque son estos quienes realizan todas las acciones en el relato. Generalmente se trata de personas (reales o ficticias), pero también pueden ser animales u objetos personificados.

Cuando los personajes son circulares, son también más creíbles.

Los personajes pueden ser principales o secundarios, dependiendo del grado de participación en la narración. También pueden ser protagonistas o antagonistas. No obstante, un criterio para definir a los personajes es su complejidad. Si los personajes son más complejos, se les llama circulares. Son más complejos porque presentan muchas características (físicas, psicológicas y morales) y se acercan a la realidad. Como contraste, existen los llamados personajes planos o lineales, que se caracterizan por ser buenos, malos, bondadosos, crueles, inteligentes o torpes, por tanto, menos reales. En los cuentos infantiles estos últimos son los más frecuentes.

John "Long" Silver,
personaje de la novela
La isla del tesoro

Es importante señalar que en una narración los personajes protagonistas y antagonistas suelen ser circulares, como ocurre con el pirata John "Long" Silver, en la novela La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson, quien en varios episodios de la novela se muestra gentil con Jim Howkins, el protagonista, pero en otros, es cruel, despiadado y calculador. En cambio los personajes secundarios suelen ser lineales.

El protagonista dice de él:

"Desde luego toda la tripulación lo respetaba y obedecía. Tenía una maña especial para hacerse con cada uno y a todos sabía prestarles la ayuda precisa. Conmigo no tuvo sino la mejor disposición, y me trató siempre con alegría al verme aparecer por la cocina, y he de decir que cuidaba de esta como el más escrupuloso de los criados limpiaría la plata: todas las cacerolas lucían brillantes y ordenadas".

Sin embargo, en otro pasaje de la misma novela, el mismo personaje se expresa de la siguiente manera, demostrando su verdadera personalidad:

"-Tienes razón -dijo Silver-; duro y dispuesto a todo. Pero fíjate en una cosa: yo soy hombre tranquilo, según tú dices podría pasar por un caballero; pero ahora sé que trato un asunto muy serio,y el deber está por encima de otra consideración. Así que yo voto... ¡muerte! (...) cuando llegue la hora, ¡sin piedad!"

Bondad y crueldad en el mismo personaje. Así es un personaje circular.